¿Qué es la transculturación?

La frase transculturación fue utilizada por primera vez en 1947 por Fernando Ortiz, un antropólogo cubano que usó el término para denotar la convergencia y fusión de culturas. El término abarca la progresión de una cultura a otra, la adquisición de otra cultura, así como la posterior aparición de un nuevo fenómeno cultural. La transculturación puede resultar del colonialismo, particularmente en el período postcolonial donde los pueblos indígenas luchan por recuperar su sentido de identidad. Ortiz señaló el resultado destructivo del colonialismo español de la población nativa de Cuba, calificándolo de "transculturación fallida".

El alcance de la transculturación

La transculturación abarca el multiculturalismo, el matrimonio interracial, los conflictos étnicos y la guerra, el racismo, el culturalismo y otros contextos que involucran a más de una cultura. El concepto representa un aspecto de los eventos humanos y los fenómenos globales. La historia ha demostrado que el proceso de transculturación a menudo comienza con el conflicto. Las tensiones de frontera son un desencadenante principal de un conflicto en el que las comunidades pueden volverse hostiles entre sí si se acercan lo suficiente entre sí. Un grupo de individuos buscará lograr resoluciones pacíficas sirviendo como intermediarios. Las resoluciones facilitan la convivencia que provoca la fusión de culturas. Los obstáculos a la etnoconvergencia no son profundos, ya que el lenguaje, siendo el problema principal, puede superarse en una generación. La transculturación se ha vuelto compleja en la era de la globalización dada la existencia de las numerosas capas de abstracciones que caracterizan las experiencias diarias. Elizabeth Kath propone que ya no podemos ver el proceso únicamente en relación con la cara a cara en la era global, ya que debemos considerar las múltiples capas de interacciones abstractas que se entrelazan a través de las interacciones cara a cara. Kath llama a este fenómeno capas de transculturación.

Las fases de la transculturación.

La transculturación como proceso consta de cuatro fases: captura, compromiso, ajuste y autoafirmación. La primera fase consiste en la captura por el opresor. Mientras ilustraba esta fase, Ortiz usó el ejemplo del maestro blanco que esclavizaba a los negros contra su voluntad. El maestro blanco, que se suscribe al etnocentrismo, ve a la cultura de la persona negra como inferior y procede a tratarlos como sujetos. La segunda fase implica compromiso. El sujeto negro en esta etapa realiza algunos ajustes en sus formas de evitar el castigo, mientras que el maestro blanco se adapta al nuevo entorno. El período de ajuste es la tercera etapa. Esta fase está bien ilustrada en la segunda generación de esclavos en América. El sujeto respeta la autoridad de sus superiores, por un lado, pero todavía está resentido por la opresión ejercida sobre él. El sujeto lucha constantemente para encontrar el equilibrio entre el desdén y el respeto. Los individuos esclavizados carecen de la libertad para luchar contra el sistema y, por lo tanto, comienzan a adoptar las costumbres y el lenguaje del maestro blanco. La cuarta fase es la autoafirmación en la que, si bien el hombre negro ha adoptado otras costumbres, está orgulloso de su herencia y alcanza su dignidad. La cooperación interracial aumenta aún más, aunque todavía existen casos de prejuicios. Ortiz imaginó una quinta fase llamada integración donde la sociedad estaba integrada culturalmente y los factores raciales no tendrían poder divisorio.

Los retos de la etnoconvergencia.

El etnocentrismo sigue siendo el principal obstáculo para la etnoconvergencia. El concepto denota el proceso de juzgar una cultura a través de las lentes de uno mismo. El individuo concluirá a menudo que su cultura es superior a otras culturas. Religión y costumbre son algunos de los divisores etnocéntricos. En muchas regiones, las divisiones étnicas involucran dos grupos distintos, cada uno de los cuales ve al otro como extranjero. Sin embargo, la afirmación ha sido cuestionada por muchos que consideran que el binario es la excepción, mientras que la norma es más dinámica. La religión, además de ser altamente personal, es un aspecto adjunto de la cultura, aunque no es perfectamente compatible con la identidad étnica. La mayoría de las sociedades cosmopolitas tienen la religión como aspecto político, social, intelectual y utilitario de sus vidas, al menos desde el punto de vista de las poblaciones de culturas inmersas. La idea misma de etnicidad y distinciones relacionadas es incompatible con sus conceptos inmersos. Las lenguas son consideradas como un componente importante de la etnicidad en la mayoría de las sociedades, incluida Europa. Sin embargo, los europeos a menudo son políglotas y pueden clasificar a otras personas por sus etnias. Las formas prácticas de distinguir las culturas tienen similitudes con las tendencias del etnocentrismo. La importancia cultural y política de las lenguas nacionales y regionales se mantiene, ya que estos políglotas utilizan la lengua dominante de las áreas que visitan. Los turistas se adhieren así a la "integridad étnica del lugar". Existen numerosos ejemplos de la importancia del idioma. Los colonos tártaro-mongoles que ocupan la Taiga en la Siberia pre-rusa en su mayoría reconocen a los hablantes nativos de lenguas turcas como uno de sus "propios pueblos". "y consideraron a otros grupos no turcos como" extranjeros ". Esta percepción se mantuvo a pesar de que las comunidades nativas tenían el mismo nivel de cultura material y compartían mucha cultura primitiva con aquellas tribus ajenas a los tártaros y mongoles. que eran musulmanes budistas.

Transculturación Moderna

El aislamiento de las culturas ha ido disminuyendo en la actualidad. Los diferentes grupos culturales interactuaron menos de lo que lo hacen actualmente debido a factores como la mayor cantidad de tierra que no estaba habitada, una comunicación y transporte menos eficientes y una población mundial menor. La transculturación siempre ha tenido lugar en la historia, sin embargo, en diversos grados. El proceso ocurrió en gran escala durante la colonización, ya que los europeos afirmaron sus valores y tradiciones en las áreas que ocupaban. Algunos países de América del Sur, por ejemplo, utilizan el español en diversos grados como resultado de la conquista española. El cristianismo también ocupa un lugar destacado en la región debido a esta conquista. La globalización se está volviendo cada vez más prominente y diferentes culturas nunca han estado tan entrelazadas económica, social y políticamente como lo han estado en los últimos años. Un ejemplo actual de la transculturación en los tiempos modernos es la proliferación de los valores culturales estadounidenses en otras áreas del mundo en varios aspectos, incluido el idioma, la vestimenta y la música. Los medios se han convertido en el agente moderno de la transculturación, ya que transmite información cultural a través de medios tales como películas y música.