Todo sobre la industria de la energía eólica

Descripción

La industria de la energía eólica se ocupa principalmente de la fabricación de turbinas eólicas cuya energía mecánica impulsada por el viento se puede utilizar para generar electricidad. También se ocupa del diseño y mantenimiento de dichos aerogeneradores. La industria de la energía eólica en los Estados Unidos es bastante grande, con una capacidad eólica instalada de más de 60 gigavatios (GW). La industria está en auge y crece a un ritmo acelerado, ya que genera cada vez más energía mecánica y eléctrica para satisfacer las demandas de los consumidores de forma sostenible y sostenible. La energía mecánica se utiliza principalmente para bombear agua y moler el grano, mientras que la energía eléctrica se utiliza para suministrar corriente a hogares, escuelas y edificios comerciales.

Ubicación

La industria de la energía eólica se concentra principalmente en países industrializados como China, Estados Unidos de América, Alemania, España, Dinamarca y Canadá. De hecho, muchos de estos países también son los principales exportadores de turbinas eólicas y otros equipos relacionados necesarios para la generación de energía eólica. De estos, Dinamarca es el mayor exportador, seguido de India, el colectivo "Eurozone", Canadá y China. Los Estados Unidos son uno de los principales productores de energía eólica, debido a sus vastos recursos eólicos y sus parques eólicos a escala de servicios públicos. Dinamarca ha encabezado la lista de exportadores de turbinas eólicas, debido a su énfasis en el desarrollo de turbinas eólicas altamente avanzadas.

Proceso

Las turbinas eólicas convierten la energía eólica en energía eléctrica. Cuando el viento pasa a través de la turbina, sus aspas giran y giran los ejes de las turbinas. Este movimiento de giro produce potencia mecánica, y un generador conectado al eje convierte la potencia mecánica en electricidad a través de la inducción electromagnética. La electricidad generada se pasa a través de un transformador, para que luego pueda contribuir al suministro de la red de energía a través de largas distancias.

Historia

La historia de aprovechar el poder del viento tiene siglos de antigüedad. De hecho, los primeros molinos de viento aparecieron en Persia y en el Medio Oriente entre 700 y 900 dC. En ese momento, los molinos de viento se usaban para moler grano y bombear agua. La idea de generar electricidad a partir del viento se realizó por primera vez en 1887, cuando el profesor James Blythe de Escocia construyó el primer molino de viento para generar electricidad. Sin embargo, no fue hasta la década de 1890 cuando un científico llamado Poul la Cour en Dinamarca descubrió que las turbinas con pocas aspas giratorias son las más eficientes para producir electricidad a partir del viento. No fue hasta 1980 cuando un parque eólico como ahora los conocemos fue construido en los Estados Unidos, en la forma de una operación de 20 turbinas en New Hampshire.

Las regulaciones

La energía eólica representa una seria amenaza para las aves y los murciélagos. También produce una inmensa contaminación acústica, y se especula que la producción de energía eólica cerca de áreas residenciales también afecta el bienestar emocional de los seres humanos que viven allí. Otro impacto negativo de los aerogeneradores giratorios es que afectan la capacidad de las estaciones meteorológicas para predecir tormentas y mareas altas al interferir en sus operaciones. Algunos estudios también afirman que una gran presencia de aerogeneradores puede incluso cambiar los patrones climáticos regionales. Todas estas afirmaciones han sido refutadas en repetidas ocasiones por la industria, aunque existen regulaciones restrictivas impuestas a los aerogeneradores. La mayoría de estos tienen como objetivo reducir la contaminación acústica y garantizar la seguridad de los trabajadores de turbinas eólicas.